Hace algunos años aprendí a hacer esmaltes (¡Cómo pasa el tiempo!, parece que fue ayer y haciendo cálculos creo que han pasado 20 ...)
Éste de la foto es uno de ellos. Le tengo un cariño especial, me transmite la ternura de la maternidad.
Es una técnica que me relajaba muchísimo.No descarto en retomarlo, como ahora no tengo tiempo para casi nada, disfruto viéndolo en mi salón.